La disfunción de las cuerdas vocales (VCD, por sus siglas en inglés), también conocida como movimiento paradójico de las cuerdas vocales, es una enfermedad provocada por un cierre anormal de las cuerdas vocales. Las cuerdas vocales están ubicadas dentro de la laringe (la caja de la voz) y vibran cuando se exhala aire para producir la voz.
Normalmente, cuando una persona inhala, las cuerdas vocales se abren para permitir que el aire pase con facilidad. Cuando ocurre la disfunción de las cuerdas vocales (VCD), éstas se cierran mientras se inhala, lo que dificulta que el aire pase a los pulmones.
La VCD ocurre normalmente cuando estamos haciendo ejercicio. La persona afectada normalmente siente que no puede respirar, siente opresión en la garganta o respira haciendo ruido (estridor). Si los síntomas están presentes durante varios minutos, puede haber mareo.
El asma es el resultado de la inflamación de las vías respiratorias, y la VCD es el resultado de un cierre anormal de las cuerdas vocales. Con frecuencia, los síntomas de la VCD son similares a los síntomas del asma. Como resultado, muchas personas con VCD son tratadas con medicamentos para asma, que incluyen inhaladores y algunas veces esteroides. Sin embargo, ya que la VCD no es asma, los síntomas no mejoran o sólo mejoran un poco con este tratamiento. Pero es posible tener a la vez VCD y asma.
Puede ser difícil diagnosticar la VCD. La evaluación normalmente la realizan un otorrinolaringólogo y un patólogo del habla y del lenguaje. Primero, el médico hará preguntas sobre los síntomas; luego se realiza una laringoscopia flexible, en donde un endoscopio de fibra óptica se mete por la nariz y se utiliza para ver la laringe (la caja de la voz). El paciente y la familia podrán ver el estudio en una pantalla de video. Es mejor realizar la laringoscopia cuando el paciente está teniendo síntomas. En un esfuerzo por provocar los síntomas, a menudo se le pedirá al paciente que corra, haga saltos o algún otro ejercicio durante la visita. Mientras el endoscopio está en la nariz y las cuerdas vocales se pueden ver en el monitor, el patólogo del habla le enseñará al paciente y a la familia como relajar las cuerdas vocales. La evaluación puede incluir pruebas de función pulmonar para analizar la posibilidad del asma.
Una vez que se hace un diagnóstico, puede iniciarse un plan de tratamiento individualizado. Si la VCD es la única enfermedad, se pueden detener los medicamentos para el asma. Si hay goteo posnasal, reflujo gastroesofágico, o reflujo laringofaríngeo, éstos se deben tratar.
La terapia del habla es el tratamiento principal para la VCD. El paciente normalmente asistirá a 3 o 4 sesiones de terapia del habla para aprender técnicas de respiración a fin de controlar la VCD. Durante estas sesiones, se le puede pedir al paciente que corra en una caminadora para provocar los síntomas de la VCD. También se enseñan técnicas de relajación para ayudar a relajar los músculos de la garganta.
La asesoría de apoyo es otra parte importante del tratamiento. La asesoría puede ayudar a la persona con VCD a adaptarse a su diagnóstico y programa de tratamiento. También puede ayudar a la persona a identificar y lidiar de manera positiva con el estrés, que puede ser un factor subyacente de la VCD.
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