Algunos de nuestros pacientes son recién nacidos con dificultades respiratorias. En esos casos, el equipo de oído, nariz y garganta (ENT)/vías respiratorias estabiliza inmediatamente la respiración de los jóvenes pacientes, evalúa sus vías respiratorias y trabaja con el equipo de cuidados intensivos para mantenerlo seguro y con una respiración adecuada hasta la cirugía, que puede practicarse en horas o días. A estos pacientes también se les realizan angiogramas de tórax por tomografía computarizada y ecocardiogramas para evaluar su corazón y sus pulmones.
Otros pacientes son derivados a nuestra institución porque tienen defectos cardíacos frecuentemente asociados con una estenosis traqueal, aunque posiblemente aún no tengan síntomas o estén diagnosticados con estenosis. Por ejemplo, los pacientes con un cabestrillo en la arteria pulmonar, en el que la arteria pulmonar izquierda pasa entre la tráquea y el esófago, con frecuencia también tienen una estenosis traqueal. Estos pacientes deben someterse a una evaluación completa de las vías respiratorias antes de practicarles una cirugía cardíaca. Si los pacientes no se evalúan adecuadamente previamente, la estenosis traqueal puede descubrirse recién cuando la cirugía cardíaca ya está en marcha o incluso después de que se haya completado. Esto puede convertir a la reconstrucción de las vías respiratorias en un procedimiento mucho más peligroso y difícil de realizar. “Aquí en Stanford Medicine Children’s Health, hacemos todo lo posible para identificar todos los problemas de antemano y de practicar la cirugía cardíaca o vascular y la cirugía de las vías respiratorias al mismo tiempo”, afirma el Dr. Douglas Sidell, el otorrinolaringólogo líder del equipo.
Aunque existen formas poco frecuentes de estenosis traqueal adquiridas, el tipo más común de estenosis congénita en los niños es causada por una afección llamada anillos traqueales completos. Normalmente, la forma de herradura del cartílago en la tráquea evita que las vías respiratorias se colapsen, y la pared posterior blanda (en la parte abierta de la herradura) de las vías respiratorias permite que se expanda durante la respiración. Los pacientes con anillos traqueales completos no tienen la capacidad de expandir las vías respiratorias, sino que poseen pedazos de cartílago circulares y estrechos que rodean completamente y restringen las vías respiratorias. Esto puede causar una dificultad respiratoria grave y peligrosa.
Algunos pacientes con anillos traqueales completos son asintomáticos cuando los vemos por primera vez. La cirugía para muchos de estos pacientes puede retrasarse o evitarse de manera segura. Pero incluso en los casos asintomáticos en los que no hay un componente cardíaco crítico, el paciente debe realizarse broncoscopías y visitar al médico periódicamente para garantizar que las vías respiratorias permanezcan abiertas y viables. Estas visitas varían en frecuencia según la edad del paciente, la gravedad de la estenosis y otros factores de riesgo.
A menos que un paciente requiera una cirugía inmediata, su caso se revisa en una conferencia cardiotorácica/cardiología semanal, en donde nuestro equipo multidisciplinario examina y analiza cada caso. En estrecha colaboración, el grupo (que normalmente incluye cardiólogos, intensivistas cardíacos, radiólogos especializados en patología cardiotorácica, cirujanos cardiotorácicos (CT), otorrinolaringólogos especializados en reconstrucción de vías respiratorias, intensivistas neonatales y anestesiólogos cardíacos) considera todas las opciones, elabora una estrategia de tratamiento y, si es necesario, realiza un plan quirúrgico.
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