A los pacientes se les traslada a la unidad de cuidados intensivos cardiovasculares (CVICU), en donde el equipo de ENT trabaja para retirarles el tubo de respiración en uno o dos días. Los pacientes generalmente permanecen en la CVICU de cinco a siete días o más, si necesitan un monitoreo cardíaco o respiratorio continuo. Durante este período crítico de recuperación, el equipo de otorrinolaringología está disponible en todo momento para realizar procedimientos de broncoscopía al costado de la cama en la CVICU con el fin de mantener el tubo de respiración del niño limpio y bien colocado. El esfuerzo de este equipo ayuda a garantizar que el niño esté lo más seguro posible durante los días posteriores a la cirugía.
Por lo general, los pacientes se someten a una broncoscopía aproximadamente una semana después de la extracción del tubo respiratorio y se realiza otra broncoscopía de seguimiento una o dos semanas después. Después de eso, se establece un cronograma para futuros exámenes endoscópicos de seguimiento para controlar el crecimiento y la apertura de las vías respiratorias.
Luego de la broncoscopía inicial tras la cirugía, el niño puede ser atendido por unos días más en el piso principal de cuidados agudos del hospital, donde se le prepara para el alta hospitalaria. La duración de la estancia hospitalaria de un paciente después de la cirugía depende de la extensión de la cirugía cardiotorácica, la salud de sus pulmones y la condición médica general.
En todo momento, antes y después de la operación, el equipo trabaja en estrecha colaboración con los médicos que derivan a cada paciente, quienes a menudo continúan involucrados durante la estancia del paciente con nosotros. El propio cardiólogo del paciente supervisa con frecuencia la recuperación postoperatoria y realiza una vigilancia rutinaria adicional del paciente, aunque nuestros especialistas están siempre disponibles para responder preguntas o en caso de que se necesite una cirugía especializada adicional.
Una vez que el niño se recupera de la cirugía, los médicos y terapeutas del Centro aerodigestivo y de reconstrucción de las vías respiratorias evalúan y mejoran su respiración, habla y deglución para lograr los mejores resultados a largo plazo posibles.
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