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La mayoría de nuestros pacientes están inscritos en ensayos clínicos y reciben una combinación de inmunoterapia, quimioterapia y otros medicamentos y terapia de células madre, dependiendo del tipo de leucemia y de las necesidades del paciente. Trabajamos con cada paciente y su familia para elaborar un plan de tratamiento personalizado.
En pacientes adolescentes con leucemia, nuestro Programa contra el cáncer de adolescentes y adultos jóvenes ofrece atención holística a pacientes entre los 15 y los 29 años de edad, ayudándoles a satisfacer las necesidades de un grupo que normalmente no está bien atendido por los cuidados estándar de niños o adultos. El programa reúne a expertos de Stanford para brindar atención personalizada en un entorno único que aborda las necesidades específicas del grupo etario de adolescentes y adultos jóvenes.
Los investigadores y médicos del Lucile Packard Children’s Hospital Stanford están abriendo nuevos caminos en el prometedor campo de la inmunoterapia del cáncer. Al diseñar versiones personalizadas de las células T de los pacientes que incluyen el receptor de antígenos quiméricos (CAR, por sus siglas en inglés) y luego devolver las células al paciente, el sistema inmunológico del paciente puede identificar y matar las células tumorales.
Hasta ahora, esta estrategia ha logrado centrarse en la leucemia linfoblástica aguda (LLA). En ensayos clínicos, ya vemos un 80 por ciento de tasas de respuesta en niños con LLA que habían tenido recaídas o que no había tenido otras opciones de tratamiento.
El equipo ha iniciado el primer ensayo en humanos con un CAR para atacar dos proteínas distintas de la superficie de las células B de LLA a la vez, para evitar que el cáncer tenga tiempo de adaptarse e invadir el sistema inmunológico.
Nuestro hospital también es uno de cuatro centros, además de St. Jude Children’s Research Hospital en Tennessee, con acceso a dos ensayos clínicos de vanguardia para pacientes con leucemia.
El primer ensayo es para pacientes con leucemia linfocítica aguda (LLA) y personaliza el tratamiento con base en el ADN de cada paciente, con la esperanza de aumentar las probabilidades de éxito y reducir los efectos secundarios del tratamiento. En la actualidad, las tasas de supervivencia de LLA se encuentran por encima del 93 por ciento y este ensayo pretende aumentar esas tasas aún más, al tiempo que mejora la calidad de vida del paciente. Por ejemplo, los pacientes con ciertos genes son más susceptibles a los efectos secundarios de un potente medicamento contra la leucemia que les dificulta caminar de manera normal después del tratamiento. Si sabemos que un paciente tiene ese gen, podemos bajar la dosis del medicamento que lo provocó e incorporar fisioterapia durante el tratamiento, para mejorar las probabilidades de que el paciente tenga una vida sin cáncer y le permita moverse para promover la salud.
El segundo ensayo, desarrollado en colaboración por investigadores de Stanford, es para pacientes con leucemia mielógena aguda (LMA). Estudiará si el darle a los pacientes de LMA un medicamento llamado DMTi antes de la quimioterapia ayudará a que los tratamientos sean más eficaces. La DTMi cambia el ADN de las células de leucemia, lo que posiblemente provoca que sean más sensibles a la quimioterapia.
El Lucile Packard Children’s Hospital Stanford también es uno de los pocos hospitales infantiles en el país que realiza rutinariamente pruebas de la enfermedad residual mínima para detectar números extremadamente pequeños de células de leucemia en la sangre del paciente y ayudar a tomar decisiones de tratamiento.
Nuestros investigadores también están trabajando en el desarrollo de formas de predecir el resultado del tratamiento contra el cáncer de cada paciente en el momento del diagnóstico, ayudándonos a cambiar a otro tratamiento si es necesario, sin perder tiempo valioso.
Desde la década de 1970, nuestros médicos han liderado el desarrollo de tratamientos para el linfoma que se han vuelto cada vez más efectivos y seguros.
Trabajamos con cada familia para elaborar un plan de tratamiento que sea el adecuado para cada paciente. La quimioterapia es el pilar del tratamiento para el linfoma hodgkiniano y el linfoma no hodgkiniano. Es posible que algunos pacientes también necesiten terapia de radiación. Nuestro equipo multidisciplinario de atención incluye médicos, patólogos y oncólogos de radiación reconocidos a nivel internacional, y un grupo de expertos analiza cada caso.
La gran mayoría de nuestros pacientes de linfoma están inscritos en ensayos clínicos. El Lucile Packard Children’s Hospital Stanford tiene el orgullo de colaborar con centros de cáncer pediátrico líderes como St. Jude Children’s Research Hospital y Dana-Farber/Boston Children’s Cancer y Blood Disorders Center para desarrollar nuevos tratamientos. Nuestro hospital es el único en California que ofrece estos ensayos clínicos revolucionarios. Puede encontrar una lista de los ensayos clínicos actuales para linfoma hodgkiniano y linfoma no hodgkiniano en el sitio web del Stanford Cancer Institute. También estamos estudiando el uso de la inmunoterapia y de la terapia celular —dos tratamientos nuevos e innovadores que utilizan las propias células del cuerpo para luchar contra el cáncer— como tratamientos para el linfoma.
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