Contáctenos
Si desea obtener más información o si está listo para proceder con una evaluación para su hijo, llame o envíe un correo electrónico a nuestro equipo.
Semanas antes de un procedimiento sin sangre, los médicos pueden preparar al paciente al reforzar sus hematocritos con suplementos de hierro y algunas veces medicamentos. Los pacientes normalmente se reúnen con un médico un día o dos antes de la cirugía para asegurarse de que su nivel de hemoglobina esté lo suficientemente elevado para que la cirugía sin sangre sea una propuesta segura. Si por alguna razón un paciente está anémico en ese punto, es posible que se cancele el componente sin sangre de la cirugía. Se saca la menor cantidad de sangre durante el periodo previo a la operación. "Sacamos suficiente sangre para realizar las pruebas necesarias", comenta el Dr. Yarlagadda, "pero consideramos si en verdad es esencial sacar cada muestra. Si no necesitamos la sangre, la dejamos en el paciente".
Durante toda cirugía cardiotorácica abierta, se utiliza una máquina de derivación para mantener oxigenada la sangre y bombeando en todo el cuerpo mientras que se desconectan temporalmente el corazón y los pulmones. A diferencia de las máquinas de derivación tradicionales que requieren mucha sangre para llenar los largos tubos que llevan la sangre del cuerpo a la máquina y de vuelta, las máquinas de derivación de cirugías sin sangre utilizan "circuitos" o tubos de calibre más angosto. Es posible que la bomba la lleve el cirujano con una funda debajo del brazo para que permanezca tan cerca del paciente como sea posible, y así minimizar la cantidad de sangre que se necesita para operar la máquina. Estrategias y tecnologías quirúrgicas mínimamente invasivas también hacen que la cirugía sin sangre sea viable para pacientes muy pequeños. Una técnica meticulosa e incisiones más pequeñas siempre han sido valoradas en una cirugía pediátrica, pero el incentivo de aprovechar completamente esos activos se amplifica gracias a los beneficios de minimizar la pérdida de sangre.
Inevitablemente, se perderá algo de sangre durante la cirugía. Cuando pasa, se aspira y recicla con un dispositivo de autotransfusión: una máquina que "limpia" la sangre del paciente para quitarle cualquier coágulo y que la vuelve a introducir al paciente de manera segura.
"Durante una cirugía sin sangre, también somos muy meticulosos sobre la hemostasia", comenta el Dr. Maeda. Los medicamentos nuevos que sellan rápidamente el flujo de sangre de incisiones han ayudado a los médicos a reducir la pérdida aun más.
El Dr. Yarlagadda ha reducido de manera drástica la cantidad de sangre que se le saca a los pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos después de la cirugía para que puedan volver a sus niveles de sangre normales tan rápido como sea posible. Tradicionalmente, se sacarían de 2 mm a 7 mm de sangre al paciente, 24 veces al día. Para un niño pequeño cuyos niveles de sangre se han visto reducidos por la cirugía, eso es demasiado. Sin embargo, si el Dr. Yarlagadda es cuidadoso al sacar sangre solo cuando sea necesario, puede reducir esta cantidad a tres o cuatro veces al día justo después de la cirugía y, luego, solo una vez al día hasta que lo den de alta.
Las ventajas de una cirugía sin sangre son lo suficientemente significativas -y están bien establecidas- por lo que se están convirtiendo en el estándar de atención en el Betty Irene Moore Children’s Heart Center. "Si pudiera librarse de utilizar sangre donada", comenta el Dr. Yarlagadda, "¿usted no lo haría?"
Conéctese con nosotros:
Descarga nuestra App: