El deslizamiento de epífisis capital del fémur o de la cabeza femoral (SCFE, por sus siglas en inglés) es un trastorno de la articulación de la cadera que afecta a niños. En el SCFE, la cabeza o "esfera" del hueso del muslo (denominada cabeza femoral o cabeza del fémur) se sale del cuello del fémur. Una analogía comúnmente utilizada para describir este trastorno es que se asemeja a una bocha de helado que se desliza de un cucurucho. Este trastorno hace que la articulación de la cadera se torne rígida y dolorosa.
Hasta el 40% de los casos de SCFE afectan ambas caderas, y el trastorno es más frecuente en niños que en niñas. Puede producirse como resultado de un traumatismo (deslizamiento agudo) o bien producirse a lo largo de semanas o años (deslizamiento crónico). El SCFE suele desarrollarse en períodos breves de crecimiento acelerado luego de su aparición durante la pubertad.
Existen tres grados de la afección:
Leve: aproximadamente un tercio o menos de la cabeza femoral se desliza del fémur (véase A).
Moderada: aproximadamente entre un tercio y un medio de la cabeza femoral se desliza del fémur (véase B).
Grave: aproximadamente la mitad de la cabeza femoral se desliza del fémur (véase C).
No se conoce con certeza cuál es la causa del SCFE. Los factores de riesgo que aumentan las probabilidades de padecer SCFE incluyen:
Los factores de riesgo pueden incluir:
Obesidad
Medicamentos (por ejemplo, esteroides)
Problemas de tiroides
Radioterapia
Problemas del hueso relacionados con enfermedades renales
El SCFE es una afección inusual que afecta más a los niños que a las niñas. Los niños con más riesgo tienen de 10 y 16 años de edad.
En muchos casos, el niño afectado tiene sobrepeso.
Los síntomas del SCFE suelen incluir dolor en la cadera que se agrava con la actividad. A veces, el niño también experimenta dolor en la entrepierna, el muslo o el área de la rodilla.
En los casos de deslizamiento agudo, el niño sentirá dolor inmediatamente, cojeará o sentirá que "la pierna cede".
El niño con un deslizamiento crónico suele cojear, sentir dolor en la cadera y manifestar que el descanso le alivia el dolor. El niño, además, puede caminar con la pierna hacia afuera.
Los síntomas de esta enfermedad podrían asemejarse a los de otras afecciones o problemas de la cadera. Hable siempre con el proveedor de atención médica de su hijo para obtener un diagnóstico.
Además del examen físico y la historia clínica completa, los procedimientos para diagnosticar el SCFE pueden incluir una radiografía (un examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía electromagnética para reproducir en una placa imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos).
El objetivo principal en casos de SCFE es diagnosticar el trastorno en forma temprana para evitar que la cabeza del fémur se siga deslizando. Así se previene la deformidad de la cadera. Una vez que se diagnostica el SCFE, no se permitirá al niño apoyar ningún peso en la cadera. Quizá deba utilizar muletas o una silla de ruedas.
El proveedor de atención médica de su hijo analizará con usted el tratamiento específico según lo siguiente:
La edad, el estado general de salud y la historia médica de su hijo
La gravedad de la afección
La tolerancia que su hijo tenga a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
Las expectativas de la evolución de la afección
Su opinión o preferencia
El objetivo principal es evitar que la cabeza del fémur se siga deslizando. El tratamiento generalmente incluye:
Cirugía (con un clavo o tornillo de acero para sostener la cabeza en el fémur y evitar que se siga deslizando)
Fisioterapia (luego de la cirugía, ayuda a fortalecer la cadera y los músculos de la pierna).
Cuanto más grave sea el caso, más probabilidades habrá de que el niño tenga una restricción del movimiento de la cadera, diferencias del largo de las piernas y problemas en las caderas en la edad adulta. Sin embargo, una detección temprana y un tratamiento adecuado posibilitan un buen resultado con pocas complicaciones.
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