La osteogénesis imperfecta (OI), también conocida como enfermedad de los huesos quebradizos, es un trastorno genético (hereditario) que se caracteriza porque los huesos se quiebran fácilmente sin una causa específica. Se estima que en los Estados Unidos de 20.000 a 50.000 personas padecen esta enfermedad. La OI puede afectar a hombres y mujeres de cualquier raza.
Se cree que la causa de la osteogénesis imperfecta (OI) puede ser un defecto genético que provoca una mala formación o una cantidad deficiente de colágeno óseo (proteína que se encuentra en el tejido conectivo).
Los siguientes son los síntomas más comunes de la OI. Sin embargo, cada niño puede experimentar los síntomas de manera diferente. Si bien los síntomas pueden variar, en general, se utilizan para clasificar las ocho formas de OI; cada una de ellas representa grados diversos de la afección.
De acuerdo con el Centro Nacional de Recursos sobre la Osteoporosis y las Enfermedades Relacionadas con los Huesos, que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud, los tipos de OI y sus síntomas incluyen:
Tipo I |
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Tipo II |
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Tipo III |
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Tipo IV |
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Tipo V |
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Tipo VI |
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Tipo VII |
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Tipo VIII |
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Los síntomas de la OI pueden parecerse a los de otros problemas o afecciones médicas. Siempre consulte al proveedor de atención médica de su hijo para el diagnóstico.
Al ser esta enfermedad un problema genético, el medico analizará los antecedentes familiares y la historia clínica del niño y realizará un examen físico. Los procedimientos de diagnóstico de la OI pueden incluir una biopsia de la piel para evaluar la cantidad y la estructura del colágeno. Sin embargo, este examen es complicado y son pocos los centros capacitados para realizarlo. Es normal que los resultados de la biopsia se demoren hasta seis meses.
Otros estudios de diagnóstico pueden incluir los siguientes:
Radiografía. Se trata de un examen de diagnóstico que utiliza rayos electromagnéticos invisibles (rayos X) para producir imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa.
Audiometrías.Se trata de un estudio auditivo en el que se utilizan tonos electrónicos.
Exámenes de oído, nariz y garganta. Se realizan para detectar la pérdida de audición.
Es posible que desee consultar con un genetista, esto es, un medico especializado en enfermedades hereditarias, quien podrá ayudarle a comprender los riesgos de que sus próximos hijos y nietos padezcan de OI.
El médico de su hijo determinará el tratamiento específico para la OI en función de lo siguiente:
la edad, el estado general de salud y la historia médica de su hijo;
la magnitud de la afección;
el tipo de lesión;
la tolerancia que su hijo tenga a determinados medicamentos, procedimientos o terapias;
las expectativas de la evolución de la afección; y
su opinión o preferencia.
Hasta la fecha, no se conoce ningún tratamiento, medicamento ni cirugía que pueda curar la OI. El objetivo del tratamiento consiste en prevenir las deformidades y fracturas, así como permitir que el niño sea lo más independiente posible. Los tratamientos para prevenir o corregir los síntomas pueden incluir lo siguiente:
cuidado de las fracturas;
cirugía;
envarillado: procedimiento que consiste en insertar una barra de metal a lo largo de un hueso largo para estabilizarlo y evitar que se deforme;
procedimientos odontológicos;
fisioterapia;
dispositivos de asistencia, como por ejemplo sillas de ruedas, aparatos ortopédicos y otros dispositivos hechos a medida.
El control de la enfermedad incluye concentrarse en prevenir o reducir al mínimo las deformaciones y permitir que el individuo se desenvuelva lo mejor posible tanto en el hogar como en la comunidad. El control de la OI puede ser quirúrgico o no quirúrgico. Las intervenciones que no son quirúrgicas pueden incluir uno o más de los siguientes procedimientos:
Dieta saludable y ejercicio regular. Recomendados para mantener un peso adecuado.
Soportes posturales.Ayudan al niño a sentarse, acostarse o estar de pie.
Aparatos ortopédicos y férulas. Ayudan a prevenir deformaciones y brindar sostén y protección.
Medicamentos.
Interrupción del hábito de fumar.
Interrupción de la ingesta de medicamentos esteroides.
Asesoramiento psicológico.
Las intervenciones quirúrgicas se pueden tomar en consideración para controlar las siguientes condiciones:
fracturas;
curvación ósea;
escoliosis: trastorno que causa la curvatura de los huesos de la espalda; y
problemas cardíacos.
También se puede considerar la cirugía para preservar la capacidad de sentarse o pararse del niño.
La OI es una condición progresiva que precisa un control de por vida para prevenir deformidades y complicaciones.
El equipo interdisciplinario del cuidado de la salud brinda asistencia a su familia para mejorar los resultados funcionales del niño y proporciona apoyo a los padres para que aprendan a atender las necesidades de su hijo.
La Sociedad de Osteogénesis Imperfecta puede ser un recurso importante para los padres de niños con OI.
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