La ecocardiografía fetal es un ultrasonido realizado durante el embarazo para evaluar el corazón del bebé por nacer.
La ecocardiografía evalúa las estructuras del corazón y su funcionamiento Una pequeña sonda llamada transductor (similar a un micrófono) se coloca sobre el abdomen de la madre y envía ondas de sonido ultrasónicas a una frecuencia demasiado alta para que se escuchen. Cuando el transductor se coloca en ciertos lugares y con un ángulo determinado, las ondas sonoras ultrasónicas atraviesan la piel y otros tejidos de la madre y del bebé hasta llegar a los tejidos cardíacos del bebé, donde rebotan (o hacen eco) en las estructuras del corazón. El transductor recoge las ondas reflejadas y las envía a una computadora. La computadora muestra los ecos como imágenes de las paredes cardíacas y las válvulas.
La ecocardiografía fetal puede ayudar a detectar anomalías cardíacas antes del nacimiento, lo que permite una intervención médica o quirúrgica más rápida una vez que nazca el bebé. Esto mejora las posibilidades de supervivencia después del nacimiento de los bebés con defectos cardíacos graves.
No es necesario que todas las mujeres se realicen un ecocardiograma fetal durante el embarazo. Las ecografías prenatales que se realizan de forma rutinaria antes del nacimiento puede informar si el corazón del feto ha desarrollado las cuatro cámaras. La mayoría de los bebés no nacidos no requieren estudios adicionales.
Entre otras situaciones por las que puede resultar necesario un ecocardiograma fetal se incluyen las siguientes:
si un hermano nació con un defecto cardíaco congénito (presente al nacer);
si presenta historia familiar de enfermedades cardíacas congénitas, como padres, tías o tíos, o abuelos;
si se descubre una anomalía cromosómica o genética en el feto;
si la madre tomó ciertos medicamentos que pueden causar defectos cardíacos congénitos, tales como medicamentos anticonvulsivos o antiacné;
si la madre abusó del alcohol o de drogas durante el embarazo;
si la madre tiene diabetes, lupus, fenilcetonuria o enfermedad del tejido conectivo;
si la madre padeció rubéola durante el embarazo;
si un ultrasonido prenatal de rutina mostró posibles anomalías cardíacas; y
si un ultrasonido prenatal de rutina mostró otras anomalías congénitas (presentes al nacer), como anomalías en los riñones, el cerebro o en los huesos.
Los ecocardiogramas fetales se realizan generalmente en el segundo trimestre del embarazo, aproximadamente entre la semana 18 y la 24.
Un ecocardiograma fetal lo realiza un cardiólogo pediátrico especialmente capacitado. Normalmente, la prueba se realiza mediante la colocación de una sonda sobre el abdomen de la madre para visualizar el corazón del feto.
Durante la prueba, la sonda del transductor se moverá en para obtener imágenes de diferentes lugares y estructuras del corazón del feto. Existen distintas técnicas que pueden utilizarse para obtener información del corazón del feto.
Ecocardiografía en 2-D (bidimensional). Esta técnica es utilizada para "ver" las estructuras del corazón y sus movimientos. En el monitor aparece una vista eco en 2-D con forma de cono y se puede observar el movimiento en tiempo real de las estructuras cardíacas. Esto permite que el médico vea las diferentes estructuras del corazón en funcionamiento para su evaluación.
Ecocardiografía Doppler. Esta técnica Doppler se utiliza para medir la velocidad del flujo sanguíneo a través de las cámaras del corazón y las válvulas cardíacas. Además, el Doppler puede detectar un flujo sanguíneo anormal en el corazón, lo que puede indicar problemas como una abertura entre las cámaras del corazón, o un problema con una o más de las cuatro válvulas del corazón. El Doppler color se utiliza para visualizar la dirección del flujo sanguíneo a través del corazón del bebé.
La ecocardiografía fetal puede ayudar a detectar anomalías cardíacas del feto antes del nacimiento, lo que permite una intervención médica o quirúrgica más rápida una vez que nazca el bebé. Esto mejora las posibilidades de supervivencia después del nacimiento de los bebés con defectos cardíacos graves. Otros exámenes o procedimientos que podrían requerirse incluyen los siguientes:
ultrasonidos o ecocardiogramas adicionales. Estos exámenes se realizan para confirmar el diagnóstico, seguir el crecimiento del feto o monitorear el bienestar del feto;
amniocentesis. Una prueba que se realiza para identificar trastornos cromosómicos y genéticos y ciertos defectos de nacimiento. La prueba consiste en la inserción de una aguja a través de la pared abdominal y uterina dentro del saco amniótico para obtener una muestra del líquido amniótico; y
asesoría genética. Ofrece a los pacientes y a sus familiares información y una evaluación de los factores de riesgo hereditarios en relación con las consecuencias de una enfermedad, la probabilidad de desarrollarla o transmitirla y las formas en que se puede prevenir, tratar y controlar.
Conéctese con nosotros:
Descarga nuestra App: